El Economista
Víctor Manuel Vucetich abandonó la cancha del Tec de Monterrey respirando hondo mientras recuperaba la calma, consciente de que el 2-2 ante América terminó por ser un gran resultado contra unas Águilas que se cansaron de generar opciones de peligro pero que carecieron de contundencia frente a las redes y dejaron la moneda en el aire para decidir al primer finalista del Clausura 2013.
El gol de Aldo de Nigris, al 73, que decretó el empate final permitió que el entrenador de Rayados pudiera esbozar una sonrisa. Luego de esa jugada en la que Humberto Chupete Suazo cedió la pelota a su socio en el ataque para que mandara el balón a las redes con un zurdazo cruzado, Víctor recuperó la forma de su rostro, sabedor de que con la igualada con un triunfo por un solo gol en el Azteca podría avanzar a la final.
Si bien Monterrey se había adelantado en el marcador con un soberbio gol de tiro libre del Chupete, quien provocó que la pelota hiciera una comba de fuera hacia dentro para incrustarse en el ángulo, la realidad fue que el equipo de Miguel Herrera tuvo la posibilidad de llevarse un marcador abultado de regreso a casa.