lunes, 31 de diciembre de 2012

"Enero" era el dios romano de los comienzos y los finales

Enero es el nombre moderno de Janus, el dios romano de las puertas, los comienzos y los finales. Tenía dos caras que miraban siempre en direcciones opuestas, a las cuales los romanos invocaban de acuerdo a la necesidad. 

Una de sus caras se llamaba Patulcius y la otra Clusius, que significan algo así como “abierto” y “cerrado”. Sí, le puso nombre a sus caras… ¿no harías lo mismo? Pero Janus no era como Jekill y Hide, que se turnaban para animar un mismo cuerpo, si no que era Abierto y Cerrado a la vez, como un extraño dios cuántico o una farmacia de turno.

Tal vez, si no estuviéramos tan ocupados tirando fuegos artificiales en ese momento, aún podríamos ver a Janus reaparecer entre el último instante de un año y el primero del año siguiente, y por una infinitesimal fracción de tiempo veríamos sus dos caras mirando hacia ambos lados: al pasado, al que le cierra la puerta, y al futuro, al que se la abre.

Quizá Janus era mucho más que un simple dios de las puertas, ya que sin esa visión simultánea del pasado y el futuro no existiría en nosotros la noción del tiempo. Y quizá el presente, cómo Janus, tenga dos caras (o dos lados, igual que una puerta).

Fuente: factoides.com.ar

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