América ya está en la final y lo logró sin dejar dudas a su paso, con un futbol efectivo, y ahora espera a que Cruz Azul finiquite hoy su serie para disputar un partido largamente añorado.
Las Águilas ahora sí dieron un golpe de autoridad y tras vencer 2-1 (4-3 global) a Monterrey, no sólo dejaron el alma en la cancha, sino que también demostraron que el equipo juega por nota.
Raúl Jiménez dejó de ser una promesa y ayer puso muy en alto el nombre de la cantera azulcrema así como la labor de sus mentores.
América se mantuvo sereno, manejando el cotejo, pues los obligados para irse al frente eran los Rayados y por momentos los soltaron para que el encuentro no se hiciera tan desgastante como en la ida.
Humberto Suazo hizo todo tipo de combinaciones con Jesús Corona y Aldo de Nigris para buscar la victoria, pues por los goles que había hecho el cuadro capitalino en la ida estaban obligados a anotar al menos 2 tantos.
Incluso las Águilas tuvieron que sobreponerse a la baja de Paul Aguilar, quien tuvo que dejar su lugar antes de que terminara la primera parte por una molestia en el muslo derecho.
En el complemento, el cuadro de Coapa salió a finiquitar el partido, demostrando porqué fueron uno de los mejores locales en la Liga, y Rubens Sambueza, quien enloqueció a la zaga de los regios, terminó por hacerles la última de la tarde.
Cuando escapaba por la banda derecha al 62’, José María Basanta no tuvo de otra más que faulearlo y la pena máxima se marcó de inmediato.
Jiménez fue el encargado de cobrar y un minuto después lo hizo con una técnica depurada para el 1-0.
Con esta anotación, las Águilas se adueñaron del partido, en las tribunas ya se festejaba el pase a la final y para que no hubiera duda del gran momento por el que atraviesa la dupla Jiménez-Benítez, al 82’ se hicieron presentes para finiquitar la serie.
El “Chucho” clavó el 2-0 luego de un pase de Jiménez quien lo acompañó en el contragolpe palmo a palmo.
En la banca, Miguel Herrera, quien vivirá su tercera final, dejó escapar la emoción y se abrazó con cada uno de sus jugadores, mientras que en las tribunas la afición hizo vibrar el Azteca con el “Vamos América”.
Mientras el cuarto oficial anunciaba que se agregarían 3 minutos, en la banca azulcrema todos estaban de pie, contando los segundos y saboreando la final, que se les negó en los 2 últimos torneos.
Todavía al 92’ Aldo de Nigris acortó distancias colocando el 2-1 a pase de Guillermo Madrigal, pero su anotación fue tardía y en nada mermó el desempeño del cuadro de casa.
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