lunes, 15 de octubre de 2012

Corona Capital 2012, México a la orden


Bajo los rayos del sol o con el frío viento que hizo por la noche, los mexicanos se entregaron, a diestra y siniestra al encuentro musical.

Azul del Olmo, Sergio Flores, Luis F. Castañeda

Con poco más de 24 horas de haber arribado a la Ciudad de México, provenientes de Dallas, Texas, New Order sabía lo que le esperaba la noche del domingo siendo una de las bandas más solicitadas de la tercera edición del Festival Corona Capital 2012.

Con más de 30 años de carrera, después de la disolución de Joy Division en 1980, Bernard Sumner, Stephen Morris, Gillian Gilbert, Phil Cunningham y Tom Chapman sintieron el cariño de sus fans desde el momento en que pusieron un pie en México.

“Estamos muy emocionados de tocar aquí en México, porque es la primera vez que lo hacemos, realmente no sabemos qué esperar ni con qué nos vamos a encontrar, pensamos que será algo como lo que hemos vivido en Sudamérica, como una gran final de futbol.

“Pero desde el momento en que nos bajamos del avión ayer (sábado) a las seis de la tarde, sentimos el cariño de la gente a través de los que nos fueron a recibir al aeropuerto”, comentó Bernard Sumner, vocalista de la agrupación, en entrevista con Función.

Con copa de vino blanco en mano, Sumner y Tom Chapman, bajista, mantuvieron el buen humor previo a su presentación en el escenario Corona Light, haciendo bromas sobre la presión que sentían.

“De verdad no sabemos qué va a pasar”, dijo Sumner. “Por eso nos estamos refrescando con vino”, agregó Chapman arrancando la carcajada de ambos, quienes comentaron que tendrían un set básico de temas de New Order y Joy Division, además de que no descartaron regresar a México.

“Este año tenemos algunas presentaciones más que haremos en Estados Unidos y Canadá, después nos tomaremos un tiempo para pasarlo con la familia porque también somos seres humanos. El próximo año lo tenemos abierto a booking, así que no descartamos que volvamos en algún momento”, dijo Sumner.

En punto de las 21:10 horas el escenario Corona Light se encendió anunciando la entrada de la banda, mientras la pantalla gigante cargada de imágenes que viajaban de una a otra se convirtieron en la introducción de Crystal.

Después de algunos beats cargados de poderosas imágenes, llegó el turno del recuerdo de los orígenes de la banda, Joy Division, con Isolation, la cual dio pie a Here You Stay, Your Silent Face, Bizarre Love Triangle, Video 586, Waiting For The Sirens Call, The Perfect Kiss y Blue Monday.

“Son una audiencia fantástica… y son muchísimos, desde aquí no alcanzo a ver dónde terminan”, dijo Sumner, confirmando el cariño de los fans mexicanos, quienes llegaban hasta la pista.

La promesa hecha por New Order dos horas antes de su primera presentación en México, la cumplieron con un show visual cargado de nostalgia que invocó los recuerdos de miles de personas que corearon las canciones que desde 1980 pusieron los cimientos para el actual género electrónico.

Y al final, la ovación total por parte de los asistentes con los temas Atmosphere y Love Will Tear Us Apart, de Joy Division.

De Canadá a México

Con la noche encima, el cielo despejado y la temperatura en 20 ºC, el escenario Corona Light se encendió con el turno del dueto canadiense de rock indie Tegan & Sara, quienes lograron que el público, principalmente, las chicas, corearen las canciones que las han colocado en el gusto del público.

 Con temas como I’m Not Your Hero y So Jealous, el dueto agradeció la respuesta de la gente.

“Lamentamos no haber venido antes, estamos muy contentas de estar aquí hoy tocando en México, además de muy agradecidas con el recibimiento que hemos tenido por parte de ustedes”, lanzó Sara durante su primera presentación en tierra azteca.

Los originarios de Alberta, Canadá, fueron los encargados de dejar los ánimos hasta el tope en el escenario Corona Light, donde minutos más tarde los británicos de New Order serían los encargados de cerrarlo.

Voz hipnótica

 A diferencia de lo que se esperaba que fuera un energético show con la presencia del dueto danés The Raveonettes en el escenario, la calma de los temas y la hipnótica voz de Sune Rose Wagner le dieron la despedida al sol de la tarde.

“Ha sido un hermoso día, el tiempo que hemos estado aquí nos la hemos pasado muy divertidos, gracias México”, dijo Sharin Foo a los miles de personas que se encontraban frente al escenario Corona Light.

Con temas como Aly Walk with Me, She Owns The Streets, Dead Sound, Great Love Sound y Attack Of The Gosth Riders, The Raveonettes deleitaron a una parte de las 48 mil 720 pesonas que hasta las 18:00 horas había ingresado al recinto.

Labios negros

En cuanto acabó The Big Pink en el escenario Corona, la gente se arremolinó frente al entablado del Corona Light para deleitarse con las notas de los originarios de Georgia, Atlanta, The Black Lips.

A diferencia del sábado donde algunas nubes trabajaron tapando el sol, ayer el astro rey golpeó a plomo en el Autódromo Hermanos Rodríguez mientras las notas de garaje rock y punk rock de la banda conformada Cole Alexander, Jared Swilley, Ian Saint Pé y Joe Bradley, hicieron lo propio.

Temas como Row Meat, Not a Problem, Family Tree y Katrina, que comenzó con el inconfundible sample de Seven Nation Army de White Stripes, hicieron que los presentes aguantaran el sol durante los 40 minutos que duró la presentación.

Una noche sin silencio

La banda sueca The Hives no sólo hizo vibrar a los asistentes  al Corona Capital, sino también a los jardines del Autódromo.

Hay bandas que pueden cambiar el rumbo de un festival con facilidad. Cuando la constante, después de la presentación de varios proyectos musicales, es un público en aparente calma, siempre es posible que una agrupación rompa con lo establecido al aparecer en escena. The Hives es, sin duda, una de ellas.

Y es que los suecos, quienes cerraron el Corona Stage, la noche del sábado, del Festival Corona Capital, lograron cambiar la atmósfera que habían dejado bandas como The Kills o The Wallflowers, que si bien demostraron  mucha energía sobre el templete, no lograron involucrar a los asistentes como lo hizo la liderada por Howlin’ Pelle Almqvist.

Canciones clásicas, así como otras del Lex Hives, disco más reciente del grupo, aparecieron en el repertorio para desatar la euforia entre los presentes, quienes por momentos realizaron el llamado slam e hicieron, literalmente, temblar los jardines donde se montó uno de los cuatro escenarios del festival.

El frontman de la banda mostró en todo momento un derroche de energía y  siempre se mantuvo interesado en tener comunicación con sus fans, a los que en repetidas ocasiones les habló en español.

“Buenas noches mis queridos amigos mexicanos, muy buenas noches… ¿dónde están esos gritos?”, externó el cantante al inicio del show, para después preguntar “¿Dónde está el rock and roll esta noche?”, teniendo como respuesta el vitoreo de un público extasiado.

El momento medular del show fue cuando apareció Hate To Say I Told You So, tema que hizo brincar a los asistentes, entre los que se encontraban personas de todas las edades y quienes no se contuvieron en acceder a las peticiones del vocalista.

“Las señoritas muevan las manos a la izquierda, ahora los caballeros a la derecha”, solicitaba el cantante, quien llegó a frenar a sus músicos en seco cuando se percataba de que el público no saltaba con los acordes de The Hives.

“En un concierto de The Hives no puede haber silencio… En verdad no debe existir silencio en esta noche, ¿tienen algún problema conmigo?”, externó Almqvist, teniendo como respuesta el clásico “Olé, olé, olé, olé, The Hives, The Hives”, que sonó por todo el lugar.

Con luces multicolores sobre el entarimado y una manta de fondo en la que aparecía un rostro desfigurado, los músicos lucieron elegantes, con sus tradicionales fracs que ya se han vuelto un 
referente en la agrupación.

“Los gringos suecos para ti México, muchas gracias mis amigos mexicanos, esta noche fue magnífica, fantástica. Ahora ya no hay silencio, no lo hay”, lanzó de despedida el vocalista con temas como Tick Tick Boom, con el que la banda salió del escenario para regresar con más fuerza unos instantes más tarde y cerrar definitivamente el pimer día de actividades en el Corona Stage. “En un concierto de The Hives no puede haber silencio… En verdad no debe existir silencio en esta noche, ¿tienen algún problema conmigo?”, externó Almqvist, teniendo como respuesta el clásico “Olé, olé, olé, olé, The Hives, The Hives”, que sonó por todo el lugar.

Con luces multicolores sobre el entarimado y una manta de fondo en la que aparecía un rostro desfigurado, los músicos lucieron elegantes, con sus tradicionales fracs que ya se han vuelto un 
referente en la agrupación.

“Los gringos suecos para ti México, muchas gracias mis amigos mexicanos, esta noche fue magnífica, fantástica. Ahora ya no hay silencio, no lo hay”, lanzó de despedida el vocalista con temas como Tick Tick Boom, con el que la banda salió del escenario para regresar con más fuerza unos instantes más tarde y cerrar definitivamente el pimer día de actividades en el Corona Stage.

My Morning Jacket, un imán musical

Energía pura fue la que destiló la banda estadunidense durante su actuación en el corona stage.

La energía que emana My Morning Jacket parece un imán que se roba la atención de todos. La ejecución de los músicos, la destreza con que hacen estallar sus instrumentos generan una conexión tan fuerte con sus seguidores que la euforia llega con prisa en el Corona Stage.

Apenas corría Circuital, segunda canción del set, y la banda estadunidense ya había fundido a miles de gargantas que coreaban cada estrofa del tema lleno de guitarras armónicas y que además da nombre al más reciente disco del grupo comandado por Jim James, quien no deja de girar en cada corte con su guitarra puesta.

La noche de ayer, James se notaba inspirado. El vocalista no sólo aprovechaba cada centímetro del escenario, sino que con sus cambios de guitarra y con su voz, hizo que sus fans no perdieran detalle alguno de su actuación en la tercera edición del Festival Corona Capital.

Así como el líder de My Morning Jacket no dejaba de desplazarse por todo el templete, sus compañeros, el guitarrista y saxo Carl Broemel; el tecladista Bo Kostler y el baterista Patrick Hallahan trataban de emular su dinámica. No así Two Tone Tommy, quien se mostraba más estático pero sin perder la contundencia en su ejecución.

Con una manta de fondo en la que aparecía una ave, el escenario se convirtió en un miembro más del grupo ya que de éste salían juegos de luces multicolores que se estrellaban en los cuerpos de los músicos al ritmo de temas como Smokin from shootin’ y Holding on to Black Metal, la cual generó una ebullición total entre los espectadores.

El show de James era de otros niveles. No le bastaba cantar, también realizaba explosivos solos de guitarra con tal intensidad que su larga cabellera rubia le ocultaba por momentos todo el rostro. La melena del cantante, quien llevaba una especie de capa azul con vivos anaranjados, se mezclaba con su pronunciada barba.

Por cerca de 80 minutos, My Morning Jacket cautivó a su público dejando para el final de su actuación la contundente One Big Holiday, con la que cedieron el Corona Stage a The Black Keys, quienes cerraron definitivamente las actividades en este escenario cerca de la media noche.

Mr. Ward y sus ritmos

Gente recostada en los jardines disfrutando del folk y blues de Mr. Ward fue la constante en la presentación del compositor estadunidense en el Corona Capital, la cual arrancó a las 18:00 horas, cuando el calor empezaba a alejarse del Corona Stage.

Con un público menos numeroso que cuando tocó The Vaccines, quienes dejaron el ambiente prendido, la banda cautivó con temas como I Never Had Nobody Like You, Primitive Girl y I Get Ideas.

Dentro de su recorrido musical se pudo ver una bandera de México cerca del templete, algunos chicos portando máscaras de luchadores, otros más sentados lejos del escenario como esperando la aparición de My Morning Jacket, de las bandas más esperadas en la tercera edición del festival.

Antes de que terminara la presentación del grupo de Matthew Stephen Ward, quien además colabora con la actriz y cantante Zooey Deschanel en el proyecto She & Him, la gente fue abandonando el escenario y sólo quedaron los amantes del rock, country y blues.

Impacta The Vaccines

La entrada de The Vaccines al Corona Stage fue por demás triunfal. Con la grabación de Livin’ Thing de la Electric Light Orchestra como introducción, la banda británica corrió a tomar sus instrumentos con mucha actitud, algo que tuvo impacto directo con sus fans, pues con los primeros acordes se contagiaron con su sonido distorsionado.

Cuando eran las 16:30 horas, temas como All in White fueron suficientes para prender a los seguidores, entre los que no faltó quien se montó sin camisa en los hombros de su acompañante, o quien saltó al compás de los guitarrazos de Freddie Cowan (hermano menor de Tom Cowan de The Horrors).

Ante un público que aún portaba sombreros y gorras para cubrirse de los intensos rayos del sol, y con una manta de fondo con las caras impresas de los músicos en negativo, The Vaccines logró hacer que algunas de sus seguidoras se animaran a mostrar una pancarta con el nombre de la agrupación, la cual fue proyectada en las dos pantallas montadas en los laterales del escenario.

Florence + The Machine, talentos de lujo

Las británicas atraparon al público con sus bailes frenéticos o temas introspectivos.

La dupla que han conformado Florence Welch e Isabella Summers puede, con apenas dos discos, apostar por inscribir su nombre entre los grandes del rock mundial.

La combinación de ambos talentos, el de Florence en la voz y la composición, y el de Isabella en las melodías, ha logrado que Florence + The Machine consolide poco a poco su propuesta en el gusto de la gente y la noche del domingo, en la segunda jornada de actividades del Corona Capital, estuvo la evidencia.

Como acto cerrador del Stage Capital, las británicas consiguieron llevar a su público por distintos trances que iban de los bailes frenéticos hasta la introspectiva ejecución de 
varios cortes.

Como una diva posmoderna, Florence iba de un lado al otro del escenario, con vestido largo y una corona de flores,mientras cantaba y arengaba al público al que pedía toda su colaboración.

Canciones como Only If For a Night, What The Water Gave Me, que dedicó a la memoria de Frida Kahlo, y Cosmic Love sedujeron pronto a la audiencia.

Otros temas como Rabbit Hole (Raise It Up) y Love to Lover demostraron que con ellos hacía poca falta la pirotecnia.

Florence cantando en medio de la audiencia. Florence recogiendo la bandera de México para ondearla sonriente. Florence cantando y saltando de un lado a otro del escenario.

Las imágenes se repetían mientras los asistentes celebraban.

Poco más de una hora duró el concierto en el que también se escucharon canciones como Shake It Out y Dogs Days Are Over.

“Muchas gracias México, gracias por recibirnos y por hacernos sentir tan especiales. Pronto volveremos”, dijo, a manera de despedida, la carismática cantante.

Locura total

Cuando Snow Patrol apareció sobre el escenario, minutos después de las 19:00 horas, faltaba poco para que la locura se apoderara por completo del lugar, un factor que los escoceses no pasaron por alto.

Con un carismático Gary Lightbody al frente, la agrupación europea sacó jugo del ánimo de la gente a la que llevó de la desazón de sus más sentidas baladas hasta el acelerado ritmo de sus piezas más rápidas.

Temas iconos de su carrera como Run y Hands Open se contrapusieron con otros como Lifening y Just Say Yes con los que dieron muestras de su eclecticismo.

Humildes, los escoceses dedicaron algunas ejecuciones a otras bandas que fueron parte del cartel. Lo hicieron con Shut Your Eyes, que dedicaron a The Maccabees, con Chasing Fires para Florence + The Machine y con Fallen Empires para Franz Ferdinand.

Al término de su actuación, tras 70 minutos, dejaron todo listo para que Florence pusiera el broche de oro a las actividades del Stage Capital.

Responden al llamado

Antes de la presentación de Florence + The Machine y Snow Patrol, Alabama Shakes fue bien correspondida por el público, apenas con un disco editado, Boys &Girls, y con canciones como Be Mine y Heartbreaker.

El ánimo de la gente, que se encendía a la menor provocación, sirvió para que las bandas posteriores, The Maccabees y The Drums, se encontraran con un público entregado.

Con The Maccabees destacaron canciones como Feel to Follow y Heave, mientras que con The Drums fueron The New World y How It Ended.

Fuente: Excélsior

No hay comentarios:

Publicar un comentario