sábado, 24 de noviembre de 2012

Ana Serradilla estaba frustrada

La actriz confesó que se sentía desaprovechada, hasta que llegó la cinta 'Luna escondida' que le permitió tomar riesgos y salir de su zona de confort

Lucero Calderón / Excélsior

La actriz Ana Serradilla tenía la impresión de que a lo largo de 15 años de carrera artística había tenido experiencias enriquecedoras que le había permitido explotar su potencial tanto en los escenarios teatrales, televisivos y fílmicos. Sin embargo, no tuvo reparo al aceptar que al mismo tiempo llegó a sentir cierta frustración al percibir que no siempre le ofrecían proyectos interesantes en los cuales pudiera aventurarse profesionalmente.

Así que cuando le enviaron a su casa el guión de Luna escondida sintió que por fin tenía la oportunidad de demostrarse a sí misma que era capaz de dejar su zona de confort y tomar ciertos riesgos, como el hecho de actuar en el inglés.

“En los años que llevo como actriz he crecido y aprendido gracias a las experiencias y viajes que he tenido en todo este tiempo. Me he ido nutriendo profesionalmente y siempre busco los medios para poder expresarme, sin embargo, a veces no llegan los proyectos que quiero. Más que olvidada, he llegado a sentirme frustrada y desperdiciada como actriz.

“Tenía ganas y pedía a gritos que llegara algo que me sacudiera profesionalmente y de pronto llegó el guión de Luna escondida, una película en la que todo el peso caía sobre mis hombros y que me exigía hablar en otro idioma. Créeme, todo eso te hace salir de tu zona de confort y te permite alcanzar niveles inimaginables. Así que esta película es de gran valía en mi vida ”, expresó Ana Serradilla a Excélsior.

En Luna escondida Ana es la encargada de darle vida a Miranda, una chica mexicana que viaja a Estados Unidos para cumplir el sueño de ser actriz, sin embargo, se ve en la necesidad de regresar ante la enfermedad de su padre. Lo que jamás imaginó es que un californiano la seguiría para tratar de comprender quién era realmente esa mujer que un día apareció llorando en el velorio de su padre.

Ante la observación de que ésta es la primera vez que trabaja en una producción con capital estadunidense, Serradilla no pudo más que sonreír y agradecer la oportunidad que le dieron con este guión que definió de “auténtico” “humano” y “mágico”.

No obstante, fue contundente al decir que su principal meta en la vida no es posicionarse en Hollywood, como otras actrices.

“Soy una actriz que no está en busca del sueño americano. Ando en busca de buenos proyectos en los que pueda crecer y transmitir emociones sin importar si es en Estados Unidos, Francia, México, Chile, o donde sea. Si como consecuencia de mi trabajo se da la internacionalización, es bienvenida y maravillosa, pero no es algo que yo esté presionando para que se dé. Tengo muy claro lo que quiero en mi vida y lucho por ello. Tengo muy claro qué tipo  de actriz soy, qué tipo de actriz quiero ser y cómo quiero llevar mi carrera. Tengo muy claras mis convicciones y jamás las traicionaría”, comentó.

En cuanto a su relación con Wes Bentley, la actriz que contraerá nupcias próximamente en Guerrero, contó que le encantó la sencillez del actor mientras estuvieron filmando en Guanajuato y Veracruz. Incluso comentó que él fue literalmente su coach de pronunciación y que se acercaba a él para consultarle ciertas palabras, frases o tonos.

“Actuar en un idioma que no es el tuyo nunca es fácil. West me fue llevando de la mano y si de pronto tenía una duda, él me guiaba. Me topé con un actor que, además de ser un gran ser humano, fue generoso conmigo. Creo que se llevó un buen sabor de boca de México y los mexicanos”, acotó la actriz de 34 años.

Ana Serradilla comenzó su carrera hace 15 años al participar en proyectos como Chiquititas o La vida en el espejo, telenovela en la que compartió créditos con José María Yazpik, Diego Luna, Gonzalo Vega y Rebecca Jones. Así estuvo, explorando el ámbito televisivo, hasta que en 2001 le llegó la oportunidad de ser parte de Un mundo raro, largometraje que corrió a cargo de Armando Casas.

Luego de esto siguieron otros filmes como Cansada de besar sapos, Sexo, amor y otras perversiones, El brindis, Corazón marchito, Todo incluido, Eros una vez María y La otra familia.

Hace unos meses la actriz fue la protagonista de la puesta La venus de las pieles, donde se le vio en la piel de una masoquista y ahora regresa a la pantalla con la coproducción México-estadunidense Luna escondida.

“¿Mi balance de estos 15 años? Para mí son sólo el inicio de mi carrera. Me siento profundamente agradecida porque estoy en una carrera que es terriblemente injusta, en donde cualquiera puede convertirse en actor de la nada, y yo he tenido la oportunidad de poder trabajar. Creo que cuando uno es fiel a sus objetivos y convicciones, la raíz de tus sueños es real y todo se va dando”, concretó la actriz.

En Luna escondida, Ana Serradilla compartió créditos con Alejandra Ambrosi, Angélica María, Osvaldo de León, Linda Gay, César Ramos y Héctor Jiménez.

El filme, que se rodó hace un par de años, se estrena este fin de semana en nuestro país bajo el cobijo de Universal Pictures.

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