Entérate: La banda tapatía conquistó a 18 mil personas durante su concierto en el Palacio de los Deportes como parte de su gira mundial 'Drama y Luz 2012'.
Maná sabe sacar provecho de sus éxitos del pasado. Con canciones que se reconocen al instante, el cuarteto tapatío parece que sólo tiene la tarea de encaminar los temas, el resto lo hace una multitud dispuesta a permanecer de pie todo el concierto y a hacer suyos cada uno de los coros que aparecen.
Así sucedió la noche del viernes cuando Fher, Alex, Juan y Sergio se presentaron en el Palacio de los Deportes como parte de su gira mundial Drama y Luz 2012.
Después de que sonó Revolution de los Beatles y la Sinfonía número 5 de Beethoven como introducción, algunas nubes negras y remolinos fueron proyectados sobre una enorme tela que cubría todo el escenario. Eran las 20:55 horas, y si la euforia parecía total aunque ésta se multiplicó cuando los guitarrazos de Oye mi amor sonaron a todo volumen.
Conforme subía la tela, los músicos aparecieron en escena. Fher, el vocalista, corría por todo el escenario entre juegos de luces mientras clásicos de la banda como Déjame entrar y De pies a cabeza, hacían bailar y gritar a cerca de 18 mil personas que abarrotaron el recinto.
“Esperanza para México”, pidió el vocalista antes de interpretar Lluvia al corazón, a la que se le sumaron otros cortes como El dragón, El verdadero amor perdona y Mariposa traicionera ante el beneplácito de la gente que disfrutó otras canciones como Latinoamérica, que dedicaron a los mexicanos que viven en Estados Unidos y clásicos como Clavado en un bar, Me vale y Te lloré todo un río y Rayando el sol.
Excélsior
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