jueves, 4 de octubre de 2012

Pastor evangélico muere decapitado por asaltantes en Tabasco


Entérate: Sigue el terror en México. El ministro de la iglesia Pentecostés, de 60 años de edad, trabajaba de velador en un taller de Huimanguillo.

Un pastor de la iglesia evangélica de Huimanguillo, Tabasco, fue brutalmente decapitado por un grupo de asaltantes, mientras realizaba labores de velador de un taller en una comunidad.

De acuerdo a un reporte de la policía de ese municipio, la víctima contaba con 60 años de edad y trabajaba  en el ejido Paso de la Mina, segunda sección, cuando fue atacado por los delincuentes, quienes lo degollaron de un solo tajo con un filoso machete.

Según narraron vecinos de la víctima, fueron ellos mismos junto con algunos empleados de una compañía en la que trabajaba el pastor de la iglesia Pentecostés, quienes descubrieron hoy jueves por la mañana el cadáver cuando se trasladaban a sus centros de trabajo.

Los asesinos de Víctor Manuel Alvarez Culebro no tuvieron el tiempo para saquear y robar piezas de la maquinaria, que se presume fue el móvil del crimen, ya que en el lugar se localizaron otras cosas de valor, inclusive las pertenencias del ahora occiso que no lograron hurtarlas.

Peritos de la Procuraduría de Justicia de Tabasco fue informado del crimen. Al lugar arribaron los médicos forenses quienes encontraron que la víctima llevaba de cuatro a cinco horas de haber sido asesinado.

Los judiciales revisaron minuciosamente la escena del crimen y presumen que el vigía se encontraba sentado en una silla de plástico y que ahí fue sorprendido. Los ladrones habrían sometido al velador y uno de ellos fue el que sin piedad acabó por rebanarle el cuello.

No se registraron huellas de violencia adicional, específicamente antes o durante el ataque, según los judiciales. La herida en el cuello fue mortal. Cerca del cadáver del pastor se encontró su gorra roja, su linterna, su machete y sus pertenencias de valor; por lo que se presume que los delincuentes no tuvieron más remedio que huir ante al salirse de control la situación.

El representante social ordenó el levantamiento del cadáver y también a los policías ministeriales, indagar en la comunidad de posibles sospechosos.

El cuerpo de la víctima fue reclamada por sus familiares para que le dieran cristiana sepultura en la comunidad Paso de la Mina, de donde era originario y vecino.

Fuente: Fabiola Xicoténcatl / Corresponsal Excélsior

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