Entérate: Lo que en el mundo de la política estadounidense era un “imposible”, encontrar un sólo asunto en el que estuviesen de acuerdo el actual mandatario del país, el demócrata Barack Obama, y el candidato republicano a la presidencia Mitt Romney, la crisis de los árbitros en el fútbol americano hizo el “milagro”.
Después de la última y más escandalosa controversia que generaron los árbitros suplentes en el emblemático y tradicional partido de los lunes por la noche (Monday Night Football) con el que se cierra cada semana la competición de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), disputado entre los Seahawks de Seattle y los Packers de Green Bay, el país entero, encabezado por los políticos, ha gritado un “basta” al conflicto laboral con los colegiados regulares.
El “touchdown” que prevaleció en la polémica jugada, ha creado una “conmoción” nacional y la “urgencia” que vuelvan los árbitros regulares, que no han podido superar sus diferencias económicas con la NFL desde el pasado junio y la liga comenzó a utilizar a los suplentes durante la pretemporada y la competición de liga.
De esta manera, los árbitros suplentes han sido la historia de las primeras tres semanas de competición y aunque habían cometido errores a nadie le había costado un partido como le sucedió a los Packers que perdieron 12-14 ante los Seahawks por el “touchdown” que nunca consiguió el receptor abierto Golden Tate en la zona de anotación porque el balón lo interceptó el M.D.Jennings.
La decisión del lunes por la noche cambió esa inercia porque los Packers sufrieron una derrota que al final de la temporada les puede dejar fuera de la competición de los ‘playoffs’.
Por eso cuando al presidente Obama le preguntaron que opinaba sobre lo sucedido en la última jugada del partido del lunes, su respuesta fue un categórico- “terrible”.
“He estado diciendo durante meses- tenemos que conseguir nuestros árbitros de vuelta”, declaró Obama en respuesta a una pregunta de ABC News, mientras regresaba a Washington tras el viaje de dos días realizado a Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Posteriormente, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que Obama cree que hubo “un verdadero problema con la decisión arbitral”.
“Me dijo que lo que pasó en ese partido es un ejemplo perfecto de por qué ambas partes deben reunirse y resolver sus diferencias de manera que puedan volver los árbitros a la cancha”, explicó Carney a los periodistas a bordo del Air Force One.
Pero fue el propio Obama, un conocido aficionado al fútbol americano y seguidor de los Bears de Chicago Bears, quien publicó en twitter- “Aficionados de la NFL a ambos lados del pasillo esperan que el cierre patronal a los árbitros se soluciones pronto. -bo”.
Por su parte, Romney también declaró a la CNN que quiere ver muy pronto a los árbitros oficiales y con experiencia.
El candidato republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan, que dijo ser un seguir fiel de los Packers, también se quejó de la decisión de los árbitros.
La NFL reaccionó de inmediato antes las críticas generalizadas por lo sucedido, con jugadores furiosos en sus comentarios a través de twitter, entrenadores cuestionando la “irresponsabilidad” manifiesta de los implicados en el conflicto laboral, y la petición de que los propios dueños de los equipos tomasen el control de la situación.
Pero lo hizo para justificar que la decisión de los árbitros, de acuerdo al reglamento, fue correcta y se daba como válido el resultado final, aunque reconoce que en la jugada previa a la anotación se produjo una falta de Tate al defensor Sam Shields, que tendría que haber sido penalizada y ahí acabar el partido.
El comunicado de la NFL no ayudó a mejorar su imagen ni a calmar los ánimos. El comisionado Roger Goodell siente más que nunca la presión de que o soluciona de inmediato el conflicto de los árbitros o su mandato quedará marcado para siempre.
Fuente: EFE
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